lunes, 19 de septiembre de 2016

Experto forense señala que la urgencia de encontrar un “culpable”, hace que la Policía aplique tortura en las investigaciones


Foto: ANF
Por Luis Fernando Cantoral

Máximo Duque Piedrahíta, especialista en medicina forense y antropológica sostuvo que el deseo de encontrar un “culpable” de parte de las autoridades, es motivo para que se apliquen métodos de tortura.
Indicó que, sobre todo, cuando ocurren casos graves de delincuencia, “las autoridades en lugar de hacer una investigación rigurosa y detallada, buscan alguno que sea culpable y lo hacen confesar, en un afán de dar resultados, no importa que se equivoquen”.

El experto, que trabaja en colaboración con el Consejo Internacional de Rehabilitación de Víctimas de Tortura, indicó que ante la presión social, “lo que quieren primero es un culpable, y eso produce muchísimos casos de tortura”.

Duque Piedrahíta, junto a la experta Ana Deutsch, estuvo en Bolivia hace unas semanas para brindar charlas sobre el protocolo de Estambul, y valorar a víctimas de tortura, entre ellas a las del caso Apolo, que recibieron tratos crueles inhumanos y degradantes a manos de la policía y en presencia de fiscales, según señala la denuncia.

El experto indicó que la tortura también ocurre por la falta de formación y profesionalización de los organismos de seguridad de los Estado, ya que los agentes de policía o de las Fuerzas Armadas “en términos generales tienen una mínima formación en derechos humanos”.

“No saben qué es eso, no tienen horas de entrenamiento en tema de derechos humanos. En la mayoría de países primero el agente aprende a disparar y después derechos humanos, cuando debería ser al revés”, apuntó.

Los conflictos sociales, agregó, es otro motivo de muchísimos casos de tortura. “Minorías que están muy marginadas empiezan a actuar en contra del Estado y el Estado trata de reprimirlos”, dijo.

Duque Piedrahíta sostuvo que la tortura le hace daño tanto al torturado como al Estado que ejerce esa tortura y “no vale la pena que un Estado investigue o use la fuerza con tortura para mantenerse como Estado”.

“Al contrario, se deslegitima totalmente, una sociedad que torture o que admita la tortura no es una sociedad realmente honesta con sí misma”, manifestó. 

Agregó que cuando en un país se acepta la tortura como método de investigación o de castigo, “ese país está transitando un camino equivocado, porque realmente no está protegiendo los derechos, no está protegiendo a la sociedad y no está progresando”.

El Instituto de Prevención contra la Tortura (ITEI) denunció en una anterior declaración que la policía boliviana utiliza la tortura como método de investigación ante la falta de adiestramiento y presupuesto.

El experto forense recordó que países que han tenido desarrollo económico grandísimos, bajo regímenes totalitarios o dictaduras “son países que nos viables”.

Citó como ejemplo que en Chile, el presidente de facto Augusto Pinochet fue derrocado cuando ese país estaba en el mejor momento de su economía. “El año más próspero de Chile fue cuando triunfó el plebiscito por el No para revocar a Pinochet”, dijo.

En ese sentido aseguró que “no vale la pena que un país progrese violando derechos humanos porque tarde o temprano colapsa su Gobierno, sea cualquier modalidad: democracia, monarquía o lo que sea”.

“La tortura y en general las violaciones de derechos humanos no llevan a un país sostenible, nunca, es lo que la historia ha demostrado”, apuntó.